domingo, 25 de enero de 2015
Dios
"Dios"
Los exquisitos sonidos de aquel piano revoloteaban por toda la atmósfera de aquel lugar; Lo único que yo podía hacer era escuchar las notas que de aquel piano emanaban y a los dos sujetos jugando ajedrez haya arriba. No sabia cuanto tiempo llevaba ahí sentado, mirándolos, tal vez habían pasado días, meses, inclusive años, me canse de gritarles... de pedirles ayuda. Todo era blanco, el cielo, las dos paredes que tenia a mi alrededor, menos el suelo, el suelo de este pasillo era azul ya que el suelo era de cristal, ya lo había intentado romper una vez, recién llegue a este lugar y lo único que pude hacer fue molestar a la criatura que vive abajo de mi, una gigantesca serpiente que nada hay abajo, es rara la vez que la veo asomandose por el cristal pero, de vez en cuando la veo... luego todo vuelve a hacer lo mismo, el infinito pasillo blanco donde estoy y el suelo de cristal, siempre viendo a aquellos dos jugar ajedrez. Estaba cansado, sin fe ni esperanzas, quería respuestas, la garganta se me había hecho añicos de tanto gritar, no había visto a mi familia, a mi madre a mi padre, a mi dulce esposa y a mi hija ya desde hace mucho tiempo. No sabia donde estaba, creí, al principio que este era un sueño, un sueño que nunca terminaba, creí que estaba muerto, inclusive creí que era un experimento del gobierno. Mis ojos no dejaban de ver aquellas dos figuras que se postraban ante mi, arriba de este lugar sin salida, las bardas que me tenían atrapado eran de mármol, el mas blanco mármol que jamas haya visto y las paredes eran lisas, no habia hendidura o relieve alguno, todo esto era liso, era como la carcel perfecta, las paredes median por lo menos de 20 metros de altura y 10 metros de ancho y de largo, no tenia idea, por que nunca parecía tener final, mientras mas corría mas largo era aquel pasillo donde estaba atrapado. Me había cansado de escuchar aquella melodía siempre, parecía que aquellos dos tipos que jugaban ajedrez en lo alto de las bardas de este pasillo les encantaba las notas de aquel dulce piano...el claro de luna tocaban, lo recuerdo... Me levante, la locura ya me había invadido, tenia un eón sin hablar con alguien. Mire fijamente a aquellos dos sujetos que reían y comentaban cosas por abajo de las notas de piano. -oigan, ustedes...he estado aquí por mucho tiempo, tengo familia, ellos deben estar preocupados por mi, esto no es un secuestro ¿oh si?, mi familia no tiene el dinero para pagar el rescate, estoy cansado de estar en este lugar sin saber nada de nadie, ni si quiera ustedes me dirigen la palabra, es desesperante solo ver blanco, la mirada me esta matando, mis ojos ya no ven bien a todos los lados que volteo a ver es blanco y es muy desesperante- Entonces uno de aquellos sujeto se levanto de la mesa de cristal donde jugaba con su oponente. -Abraham...¿ese es tu nombre verdad?- -si, así es- comencé a llorar de felicidad, por que al fin pude escuchar algo mas que el claro de luna de ludwig van. -oh, mil disculpas Abraham, por fin pude acabar la partida con mi oponente, déjame ir haya abajo para ver que numero eres...- me dijo aquella persona mientras desaparecía. Una puerta que era casi invisible se abrió de una de las paredes que me tenia preso y de ahí salio este sujeto. Era un anciano que fumaba por una pipa, tenia lentes redondos y una larga barba y cabellera plateada. El miro mi frente y comportandose indiferente por mi soledad y mi sufrimiento me trato como un animal de ganado. -Eres el numero 877- el soltó una carcajada y una nube de humo por su boca. -ya solo faltan 123 para el final- dijo acariciándome la frente con su pulgar, cerro la puerta por donde salio para que yo no pudiera escapar. Camino a mi alrededor mirandome de pies a cabeza. -¿cuanto tiempo has estado en este lugar Abraham?- me pregunto aquel anciano que en su frente tenia un tatuaje de un triangulo isósceles. -no lo se, años creo yo-. el anciano comenzó a reír casi con locura y le grito al sujeto que yacía sentado en la mesa de cristal con el tablero de ajedrez. -¡Luci! ¡ven acá, es un nuevo record!-. el sujeto que estaba desde arriba viéndonos se levanto y apareció enseguida enfrente de mi. Era al igual que el otro sujeto un anciano de tercera edad, aun que este estaba bien rasurado y con un traje blanco impecable y este fumaba un cigarrillos y no pipa, su cabello bien peinado y bien recogido de color plateado, en su mano derecha cargaba una copa coñac. Al verme fumo y bebió antes de decir una palabra. -¿que pasa aquí padre?- le dijo "Luci" al anciano del triangulo en la frente.-¿sabes cuanto tiempo hemos durado jugando?- le pregunto el primer anciano a "Luci". -no, ni idea, aun que fue una buena partida-. -Abraham, ¿como es la época de donde vienes?- me pregunto el anciano del triangulo en la frente. -¿mi época?- pregunte extrañado. -asi es, ¿de que país vienes?, ¿cual es el ultimo año que viviste en la tierra?- me pregunto el anciano quitándole la copa de coñac a su hijo "Luci". -soy de Inglaterra, 1977- les dije a los anciano que me rodeaban como si fuesen tiburones. -Mi nombre lo sabes y el de mi hijo también, solo que ahora estas un poco confundido Abraham, han pasado 200 años desde que te raptamos, ya no te preocupes por tus hijos ni por tu esposa, ellos ya no están en la tierra-. El corazón se me quebró al escuchar aquella voz y comencé a llorar por saber que ya nunca podía ver a mi amada, ni a mi hija. -¿como dices eso?- le pregunte arrodillándome y envuelto en lagrimas y con un dolor terrible en mi pecho. -Así es hijo mío, no me di cuenta del paso de los años, si por mi fuera hubiera acabado con esto desde hace mucho, solo que... sabes que el ajedrez no es cualquier juego ¿verdad?-. Con rabia y con enojo le dije al anciano -¿como comparas un juego de ajedrez con la vida de las persónas a las que amo? ¿quien son ustedes?-. El segundo anciano que respondia por el nombre de "Luci" le dio un trago largo a la copa de coñac y se despidió del primer anciano que segun lo que yo entendia era su padre, le dio un beso en la mejilla y le dijo -padre, me tengo que ir, hay cosas que arreglar en mi casa, cuando hayas acabado con los mil, avísame para ayudarte a empacar las cosas-. el primer anciano lo abrazo y le dijo -claro que si hijo, cuando acabes de arreglar las cosas en tu casa avísame, estoy un poco ebrio, pero acabare con Abraham lo mas rápido posible-. El anciano llamado "luci" me dio una palmadita en la espalda y me dijo -suerte y espero que no te vuelvas loco- luego desapareció y jamás lo volví a ver.
-Yo soy todo- me dijo el anciano con el tatuaje del triangulo en la frente. -tu me conoces, yo tal vez te vi nacer, no lo se por algo te escogí, mírame... tomar coñac por 200 años te pone muy ebrio, ahora lo estoy- luego fumo de su pipa ignorando mis lagrimas, mi sufrimiento. Lagrimas aun recorrían mis mejillas al saber que habían pasado 200 años atrapado en este pasillo infinito. La serpiente del mar, la que podía ver através del cristal del suelo se asomo, y comenzó a golpear el cristal con su cabeza, como tratando de llamar la atención del anciano, el sonrío al verla y se comporto como un niño. -ella es Leviatán, mi mascota, el primer ser orgánico en la tierra, no le tengas miedo esta lleno de amor, míralo ¿verdad que es hermoso?, hasta ahora es el unico ser que no mataria, estoy arto de esos querubines y de los hijos rebeldes, por ejemplo, mi hijo, Luci, el aveces se me rebela, aun que no lo creas, armo una guerra contra mi- me dijo el anciano acariciando el cristal del suelo y riendo como si todo fuera un chiste. -lo único que yo quiero es volver a mi hogar con mi familia- le dije al anciano para que tuviera compasión por mi. El anciano se mostraba indiferente y me dijo -Abraham, esta es la verdad, te voy a matar ¿sabes por que? por que tengo el poder para hacerlo, ya han pasado 877 por este pasillo, todos han muerto, mujeres, niños, niñas, hombres ancianos, negros, blancos orientales, occidentales de toda especie han pisado este pasillo. Contigo me distraje un poco, es que vaya si tu hijo te visita y trae coñac y trae un tablero de ajedrez de seguro 200 años se te pasaran volando- Este hombre hablaba como si nada le importara, como si nada valiera la pena para el, me estaba amenazando de muerte como si yo fuera un insecto. -¿que te ocurre hombre, ¿crees que moriré por tus manos arrugadas y viejas?- el anciano al escuchar mis palabras comenzó a reir. -si- contesto luego le dio una fumada a su pipa y dijo -estas manos crearon a los padres de tus padres y a los padres de sus padres ¿aun no me reconoces Abraham?- Lo mire a los ojos, atravesando los cristales de sus anteojos y del humo que Expedia de su boca. Lo reconocía... Todo el tiempo, desde que tengo memoria, desde que mi abuela me llevo por primera vez a la iglesia, conocía a aquel viejo que ahora se proclamaba mi asesino. -Yo soy alfa y soy omega, el principio y el fin, yo soy el creador de lo visible y lo invisible, yo soy el que creo tu mundo en seis días... yo soy Dios, Yahvé, Buda, Alá, yo soy Zeus, soy Osiris, soy el sol-. Creí que aun estaba en algún sueño, pero ahora era de mal humor. -estoy cansado de estar aqui, quiero salir de aquí-. le grite mientras mis ojos se encharcaban de lagrimas. Entonces el anciano de un momento a otro apareció en la cima de las bardas, en donde se encontraba en un principio, en su mesa de cristal. -Abraham, ahora es tiempo de que mueras- me dijo cruzado de manos. Las paredes se comenzaron a comprimir, a hacerse mas estrechas, se movían, tanto la derecha como la izquierda, se movían hacia mi, parecía que me querían devorar, eran dos lobos hambrientos corriendo hacia mi. -¿por que haces esto?- le grite con rabia y odio -¿tu eres dios, eres el padre de todo, eres mi creador, por que me quieres matar?- Las notas de aquel piano que nunca vi se hacían mas violentas, mas rápidas, ya no tenían el mismo tono que tenían al principio.
-Es que estoy aburrido Abraham, ¿sabes a cuantas personas he matado en este pasillo?, bueno tu eres la 877 ¿sabes que pasara cuando mate a las persona que tenga el numero mil? bueno cuando esa persona llegue aquí la humanidad será aniquilada ¿sabes por que? simplemente por que estoy aburrido, ustedes no son la única especiae en el tiempo ni en el espacio ¿sabes cuantos planetas he creado? ¿sabes cuantos he destruido? hasta yo mismo he perdido la cuenta, los humanos resultaron ser como todos los demás, les he dado libre albedrío ¿y que hacen? se matan entre ellos por guerras entupidas, solo por que en una región del planeta les dije otro nombre...¿no entienden que soy el mismo en todas partes? ya desde hace mucho me he cansado de verlos, es mejor secuestrar a uno de ustedes de vez en cuando y matarlos para no aburrirme, no me juzgues loco ¿tu que harías si estuvieras solo...infinitamente solo, por que eres el único en tu especie, eres el único que puede dar vida y quitarla en un instante, yo se como acabara el fin de los tiempos y acabara cuando yo mismo muera, cuando yo entre a ese pasillo donde estas tu o cuando mi hijo veng con un puñal y me lo clave en el estomago, yo no pedí ser el único, he tratado de encontrar a mas de mi especie a lo largo del tiempo, espacio y dimensiones, pero creo que estoy solo, creo vida para no sentirme solo, pero cuando veo que ustedes me niegan y se matan entre ustedes, mejor decido acabarlos, exterminarlos para no aburrirme y eso lo hago tambien con los angeles y con los demonios. Luego cada que mato a mil seres de cada especie a la que le doy vida me marcho y creo otro universo, otra galaxia, otro sistema solar, otro planeta que contenga vida, otra especie, y todas se comportan igual...son tan entupidos o ¿yo soy el entupido por crearlos? mi hijo... el que jugaba conmigo ajedrez es lucifer, el los ama a todos ustedes ¿por que? es simple, prefieren el dinero, el sexo que el amor de su padre, no pueden ni respetar 10 leyes que les di, ustedes no perdieron la fe en mi Abraham, yo la perdí en ustedes, solo faltan 123 mas y la especie humana desaparecerá de la faz del tiempo y del espacio y tal vez vaya a crear a mas seres con vida, pero acaban igual que la tuya, siento que me hayas conocido en mi forma física, no soy lo que los textos sagrados dicen, los textos sagrados son invenciones para que tu raza agache la cabeza ante un Dios tirano, yo no soy malo ¿tu piensas eso? yo no, soy un ser solitario que adora emborracharse por largo tiempo si tu estuvieras en mi lugar entenderías Abraham...pero no lo estas, por eso debes de morir...y no tratar de explicarte las cosas que te he dicho, como te dije estoy ebrio...- Las paredes me estaba apretando con mucha presión para cuando Dios había acabado de hablar, el se asomo por la pequeña grieta donde estaba aprisionado, lo maldije hasta el final, lo negué todo, pero el dolor era tan real, mis órganos no funcionaban bien por la presión que las paredes ejercían... La ultima imagen que en vida vi fue como Dios se servia una copa mas de coñac y seguía fumando de su pipa...-el león no es como lo pintan- dijo guiñándome el ojo mientras mi cabeza explotaba y bañaba aquellas paredes blancas de rojo carmesí.
Por: J.A.A. Ramirez
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