miércoles, 14 de enero de 2015

La poesía de renacer.

La poesía de renacer.


Un laberinto forjado a base de sangre, y mi último aliento
el pasado sombrío de cada susurro, cada mirada
perdidos en la eterna nada del mundo, mi mundo, mi suerte
guiada por un falsete agonizante de dolor frente a la luna.

La caída no muestra compasión, es vertiginosa
inhalar para sobrevivir en este estado, se vuelve casi un milagro
ahorcado por la mano del fuego
lo que un día me dio una razón para caminar, hoy me está matando.

Cada paso duele, duele como perder un ser querido
duele como nunca, como perderse a uno mismo
el sendero, los árboles, el canto del viento
muertos a mano de ese destello rojo, ese destello que me corta el aire.

En un instante mi cuerpo arde, como la furia en mis ojos
quema, como la traición más grande.
Ya no grito, solo puedo escuchárme yo, y mis demonios
aullando de desesperación, van desapareciendo.

 Mis risas de infacia, mi primer amor, pasan frente mío
una ternura recorre mi ser en llamas
calma el dolor, al punto de no sentirlo, de dejarlo ir
y la moribunda lágrima, termina su recorrido.

Me siento en paz, una paz que se siente tan irreal
 pero tan fuerte, tan cálida.
El destello comienza a nacer, con más fuerza
me preparo para sufrir, pero solo siento euforia.

De el viento, se forma una silueta
la forman las hojas, la tierra, el agua
el fuego la toma en sus brazos y la acaricia
su forma me parece familiar, la euforia aumenta, el dolor no existe.

Gritos desgarran el espacio, la nada convertida en mi
el fuego me une a el cuerpo
respiro, veo, siento, ¡Sonrío!
un mundo nuevo, a punto de caminar.

Aparece el sol, revive el sendero, los árboles
el canto del viento entona una marcha triunfal
caminar es un placer, una alegría
lo que dolío, mató mi pasado, mis demonios y dio vida a un nuevo yo.


Por: Señor Chango.


 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario