viernes, 24 de junio de 2016

Una Historia interesante Por J.A. Aguilar Ramirez

El motor de mi Maverick 74 estaba casi inservible por las balas. Ademas tenia las puertas desechas por tantas perforaciones de los proyectiles. Pero eso no era todo, la cabina era una peste increíble. Una mezcla entre los kilos y kilos de cocaína que me había logrado robar, las botellas de cerveza vaciás (y algunas cuantas llenas) mi vomito, el cigarrillo que ahora me fumaba y la sangre de aquella bailarina exótica de rasgos vietnamitas que tenia un tiro en la cabeza. De milagro había logrado llegar a mi hogar. Mire por el retrovisor, y ahí estaba ese malnacido escritor de tercera, con su gran sonrisa y haciéndome señas para que me detuviera. Su camioneta Jeep, estaba igual o peor que mi auto. El bastardo estaba totalmente bañado de sangre, pero aun así sonreía y yo sabia el por que. Me arrepentí de haberle salvado la vida. Eran las 6:00 am. No se cuantos días llevaba ebrio. Lo único que quería era tocar mi cama y dormir por meses, luego de todos estos días metido en aquel caos de mafias y cosas muy, pero muy raras. Era domingo y nadie se levantaba temprano en el vecindario. Así que estacione mi Maverick enfrente de mi departamento. Me tome la libertad de bajar del auto y destapar una cerveza caliente mientras aquel escritorsuelo se estacionaba a un lado mio y bajaba muy excitado. Cargaba una cámara fotográfica en el cuello. Sus lentes negros, unas bermudas y sandalias que ademas combinaban con sus calcetas negras. <<¡hey! ¡hey! Francisco>>comenzó a balbucear mientras echaba un vistazo a mi auto que era un asco. Trataba de encontrar la causa de todo lo que nos había pasado. Cuando no lo encontró con la mirada, me observo de nuevo acomodándose sus lentes negros y me pregunto <<¿ que fue todo eso? ¡esto debe ser noticia mundial! ¿no lo crees?>> lo ignore. <> el sujeto no dejaba de ir y venir de un lado para el otro mientras yo estaba tranquilo pensando en como deshacerme de todo esto. <> me canso. << escucha Roberto “no se que” no me importaba tu vida. Por mi, te hubiera matado aquel Yakuza con su espada, pero te salve la vida por que me das lastima. Yo también vi lo que paso ahí, no me lo debes que contar. Se por que me perseguiste hasta mi hogar, por que quieres la daga ¿verdad? Para que cuando hablen de lo que paso a noche tu salgas con la daga en las manos diciendo “mirenme yo estuve en esa masacre” y publicaras un libro sobre lo que paso en ese bar y tu seras el héroe ¿que no te conformas con haberte plagiado uno de mis libros y que vivas de mi historia? ¿quieres mas? Pues entonces agarra la daga y haz con ella lo que se te antoje. Prefiero vivir en paz que ser un perdedor infeliz que no tiene imaginación para sus propias historias. Anda, toma la caja y largate>> <<¿lo estas diciendo en verdad Francisco? No publicaras nada acerca de lo que paso? ¿me dejaras todo a mi? ¡Dios! Si que eres un buen perdedor. Ademas mira, puedes vender toda esa cocaína, se vende mejor que los libros, el único problema es que esta bañada de la sangre de la bailarina ¿por cierto como llego ahí ella?>> pregunto. <> le dije tratando de que se largara. Pero no. Se atrevió a abrir la puerta de mi auto y comenzó a buscar entre todo el desastre. <<¡si! Aquí esta entre las piernas de la bailarina. ¡Dios santo, tengo la daga de Longinus en mis manos! ¿puedes creerlo? ¿puedes creer que esto atravesó las costilla de cristo y luego protegió a Hitler durante la segunda guerra? Oye Francisco, ven aquí ¿me puedes tomar una foto junto a tu auto y junto a la bailarina? Es evidencia, para que crean que en verdad estuve ahí ¿no quieres tomarte una conmigo? ¿no? Bueno, por lo menos te haré mención en mi libro amigo. Oye y por cierto, muchas gracias por sacarme de ahí con vida, bueno me tengo que ir, hay que ir calentando la maquina de escribir para mi siguiente bestseller y todo te lo debo a ti, te ganaste el cielo Francisco>>. El muy canalla se fue con la daga de Longinus entre los brazos. Subió a su Jeep y se fue a toda maquina hacia no se donde. Yo me quede con mi Maverick inservible, con kilos de cocaína, el cuerpo de una vietnamita y con unas cuantas heridas, sabiendo que la historia que escribiría aquella pequeña sanguijuela era la miá, era mi oportunidad para salir del anonimato, pero lo deje ir. Bebí otra cerveza. Semanas después, el maldito rostro de aquel patán se encontraba en todas partes. Periódico, televisión, libros, en cualquier lado lo veía. Presumiendo de que el había estado en la masacre donde había combatido mafias rusas, italianas, japonesas y la milicia junto con la mafia del Papa, todo por obtener la daga del destino, la daga que aun tenia la sangre del mesías. Yo ya no tenia automóvil, tenia que viajar a la ciudad en un camión. Aquel día me iba a rasurar y a cortar el cabello. En la barbería tenían el libro de aquel escritor. La fila era larga, así que encendí un cigarrillo y comencé a leer el libro de aquella basura, donde contaba como salvo a uno de sus colegas de una espada Yakuza y como intento salvar una linda chica vietnamita, pero que fue asesinada después en su auto. El glorioso libro que había vendido millones y millones de copias en todo el mundo, a tan solo una semana después de su lanzamiento, terminaba con una frase en cursiva que decía: “tal vez , soy el escritor elegido por Dios” bastardo. Semanas después de aquella desagradable lectura en la barbería, compre el periódico con el encabezado que decía “Encuentran al escritor sobreviviente de la matanza santa asesinado en su penhause” cuando leí esto Sonrrei y dije con singular alegría de nuevo: Bastardo

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